Resulta evidente que día con día la proliferación de este fantástico material está propagándose por todos los rincones del planeta.
El Unicel no es más que un poliestireno expandido, es un plástico rígido celular que se obtiene a partir de los derivados pétreos y tiene diversas cualidades. No se pudre ni enmohece ni se descompone, lo que es muy útil en el sector de procesos y comercialización de alimentos para resguardarlos frescos.
Es ligero y con alta resistencia impactos y humedades, por lo que es recomendable para el transporte y almacenaje de electrodomésticos o productos frágiles. Funciona como un aislante térmico, lo que lo convierte excelente para la construcción. Y por si fuera poco es muy económico y muy práctico. Sin embargo, todas estas ventajas se ensombrezcan con sus efectos negativos. En su fabricación se emplean químicos que generan emisiones de dioxinas y gases clorofluorocarbonados que son altamente contaminantes y afecta seriamente la capa de ozono.
Cuando se calienta, libera sustancias tóxicas como las dioxinas que son dañinas para la salud, por lo que no es recomendable calentar alimentos en recipientes de Unicel. Este material tarda alrededor de 500 años o más en degradarse, por lo que es una importante fuente de contaminación en el mundo. La presencia de residuos plásticos a cielo abierto y el relleno sanitarios, incluido el Unicel, representan un serio problema ambiental, ya que pueden permanecer inalterados y ocupando el mismo volumen por muchos años. Además, cuando sean quemados, generan sustancias volátiles tóxicas que, entre otras cosas, pueden ser cancerígenas.
Por otro lado, gran parte de los desechos sólidos terminan en los océanos, lagos y ríos. El Unicel, con la luz solar, se degrada en pequeños fragmentos conocidos como micro plásticos. Algunos seres vivos como los peces y las tortugas confunden estas pequeñas partículas con alimento y las ingieren, lo que les puede causar grandes daños e incluso la muerte.
Según la Asociación Nacional de Industrias del Plásticos y la Asociación Nacional de la Industria Química, el consumo de Unicel durante 2018 fue de 125 toneladas de las cuales 75% fueron para el sector de empaque y construcción y el 25% restante se aplicó en productos desechables para la industria alimentaria.
¿Ya es urgente buscar otros materiales inocuos que sustituyan el Unicel? ¿Tú que propones…?
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