En un cielo nocturno y despejado se observa repleto de pequeños puntos luminosos que llamamos estrellas. Sí, estrellas que finalmente son soles lejanos y posicionados dentro de nuestra propia galaxia, como también de todas las demás galaxias del cosmos observable. Indudablemente pareciera enorme, pero en realidad solamente apreciamos el 1% de toda la Vía Láctea.
En el Universo conocido existen 10 a la potencia 22. (En otras palabras es 10 seguido de 22 ceros) de estrellas en total que es igual por cada granito de arena en todas las playas y desiertos la Tierra, hay 10 mil estrellas en el Universo detectable. De estas 5% son de tipo solar y de estas 22% son orbitadas por planetas similares a nuestro planeta.
Entonces existen 100 millones de billones de planetas parecidos a la Tierra, que es igual a por cada granito de arena en la Tierra hay 100 planetas parecidos en nuestro planeta. Ahora imaginemos que el 1% de estos planetas desarrolla vida inteligente, esto significaría que habría 10 mil billones de civilizaciones inteligentes en el universo. Aún así, nunca, ni una vez, hemos hecho realmente contacto extraterrestre, cuando menos en documentos serios y avalados por instituciones reconocidas en el ámbito de la astronomía, la astrobiología y todas sus ciencias relacionadas.
En un gesto de profusa soberbia, vanidad, engreimiento, presunción, jactancia, pedantería, petulancia y sobretodo la galopante ignorancia de nuestro sistema educativo no laico, nos llevó a creer que éramos el centro de la creación universal, del cual solo había un Sol, una Luna, muchas chiquitas estrellitas orbitando nuestro “gran paraíso terrenal”. Hoy las investigaciones y conclusiones de las ciencias astronómicas nos han conminado a entender que simplemente somos diminutos “microorganismos” habitando en una pequeña mota de polvo que flota en el infinito universo llamada Tierra.
Cito la frase “…y todas las estrellas del cielo cayeron sobre la Tierra” (Apocalipsis 6:13) Deberemos de comprender que una estrella promedio es más de un millón de veces el tamaño de nuestro planeta. De ahí se desglosa la percepción de una absoluta ignorancia, desconocimiento, incompetencia, incapacidad, hasta una abierta y manifiesta ingenuidad de todos aquellos corresponsales de “La Obra Divina.”
Toda mitología fue una religión que no pudo sostener la validez de sus dioses. Es el futuro de toda religión. ¿Compartes la frase?
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