Durante muchas generaciones, los feligreses susurraron sus pecados dentro de sombríos confesionarios de madera de Notre-Dame-du-Perpétuel-Secours, una imponente iglesia católica en la ciudad de Montreal, Canadá.
Durante muchas generaciones, los feligreses susurraron sus pecados dentro de sombríos confesionarios de madera de Notre-Dame-du-Perpétuel-Secours, una imponente iglesia católica en la ciudad de Montreal, Canadá.
Dinamarca, Islandia, Suecia, Noruega, Finlandia son países muy exitosos. Obtienen los mejores puestos en indicadores de escalas mundiales en:
En los últimos años se ha profundizado en nuestro país una tendencia hacia los pensamientos y acciones sectarias, extremistas o fundamentalistas; especialmente en los rubros relacionados con la política mexicana: Si somos de Derecha…nada de Izquierda será bueno. Por lo contrario si somos de Izquierda…nada de Derecha será recomendable. Y si somos de Centro…las otras dos corrientes exageran radicalmente sus posturas. Y todo esto no es verdad, no es real y se pierde toda veracidad y lógica. Nada existe que sea perfectamente bueno, ni perfectamente malo.
Nuestro alfabeto es latino. Nuestro sistema numérico es árabe. Nuestra filosofía es griega. Vemos películas del viejo oeste. Un mundo americano descubierto por marineros españoles, ingleses, franceses, holandeses y portugueses. Un universo explicado por un astrónomo italiano y astronautas rusos y estadounidenses. Un mundo donde un grupo de seres humanos se extendieron desde África hacia los demás continentes y descendieron todos del mismo ancestro.
El agnóstico es aquel que no cree en lo que no puede ser demostrado por los sentidos o por el ejercicio de la razón. El agnóstico suele separar las posturas religiosas entre conocer y creer, de esta forma una persona religiosa se distingue de un ateo por el hecho de que el religioso cree y el ateo no cree. El agnóstico se separa de estas posturas indicando que religiosos y ateos, afirman un nivel de conocimiento sobre la realidad superior que el agnóstico no comparte.
"Quizá no estaré de acuerdo con tu opinión, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a expresarla". Voltaire.
alvaro torres del valle