Nuestra boca es el hogar de 700 tipos diferentes de bacterias. Aunque la composición de la microbiota varía de una persona a otra, investigadores de los Países Bajos han descubierto que la microbiota de las parejas que con frecuencia se besan de forma íntima (unas nueve veces al día en promedio) comparten comunidades de bacterias orales; es decir, entre más se besan su microbiota salival se vuelve similar. Para el microbiólogo de la Organización para la Investigación Científica Aplicada de Holanda, Remco Kort autor principal del estudio, el beso íntimo es aquel que implica contacto completo de la lengua y el intercambio de saliva, un "comportamiento de cortejo exclusivo de los humanos y es común en más del 90% de las culturas conocidas. Kort y su equipo tomaron muestras de bacterias de la lengua y la saliva de 21 parejas, quienes mediante en cuestionario previo proporcionaron información sobre sus hábitos y la frecuencia de las muestras de afecto de este tipo. Luego se le dio a un miembro de la pareja una bebida probiótica, que contiene variedades específicas de bacterias como Lactobacillus y Bifidobacteria. Después se les invitó a besarse y se calculó la cantidad de bacterias transferidas a la boca del miembro que había tomado probióticos. El resultado: durante un beso profundo de 10 segundos se transfieren unas 80 millones de bacterias entre dos personas. (*)Fuente: microbiomejournal.com Ahora sí, como dijo el ranchero “Pues será la manga del muerto”, pero qué sabrosos, suculentos, ricos, deliciosos, agradables y hasta a veces picantes resultan los besos de tu amada(o) en cualquier forma, lugar y circunstancia. Es por eso que siempre he considerado que el estado célibe (casto, impoluto, virgen) es una circunstancia totalmente adversa y contraria nuestra propia biología. Y esto se manifiesta en la muy alta incidencia de casos de cáncer cervico-uterino y mamario en las monjas; o bien la degeneraciones protáticas en considerables sacerdotes, canónigos, frailes, inclusive diáconos. Recordemos que la madre naturaleza no se equivoca, ni tampoco entiende de nuestros usos, costumbres, tradiciones, devociones, fervores, misticismos y religiones. La naturaleza simplemente nos indica los caminos para la reproducción, la sobrevivencia y la perpetuidad de nuestros genes. ¿Las personas sexualmente más activas y hasta quizá un poco juguetonas viven más y mejor…?