Es fácil saber cuándo una persona siente enojo o ira: la frente baja, los labios se adelgazan, las fosas nasales se expanden. No importa en qué lugar del mundo se esté, esta mueca es fácilmente identificable e, incluso, individuos con ceguera congénita hacen este tipo de gestos sin jamás haberlos visto. Investigadores de la Universidad de California en Santa Bárbara, EUA, y de la Universidad Griffith, en Australia, quienes estudian la función evolutiva de la ira, han identificado las ventajas…